lunes, 12 de octubre de 2015

Niña gallega muere tras ser desconectada de una máquina

Niña gallega muere tras ser desconectada de una máquina




Por Luisa González
(4º ESO)

Andrea, de 12 años, estaba ingresada en un hospital de Santiago de Compostela con una enfermedad terminal e irreversible. Su familia no pedía eutanasia, sino que le retiraran el soporte vital y la sedaran para evitarle sufrimiento. El Comité de Bioética de Santiago recomendó retirarle las máquinas pero el servicio de Pediatría y la dirección del hospital lo rechazó. En la entrevista que se les hizo a los padres de Andrea pedían que no se alargara artificialmente la vida de su hija, una decisión a la que se opuso el Hospital Clínico de Compostela. Antonio Lago y Estela Ordóñez querían que un juez fuese el que tuviera la última palabra sobre el momento en que su hija Andrea
dejara de comer y, por lo tanto, de vivir. El padre sostenía que no tenía sentido estar con las «manos atadas», mientras veían a Andrea «demacrada» y presencian cómo «se le va la vida» en un proceso de deterioro «que iría a más y con el dolor que estaba teniendo». Decían que harían «lo imposible» por conseguir el objetivo buscado. El agotamiento físico de la menor era «como el moral, ya no aguanta», pero aún los conocía y tenía conexión con ellos, algo que temían que se perdiese en breve. Por eso querían «dejarla ir tranquilamente», ahora que aún «tenían conexión» .Los dos lamentaban que su hija siguiera con el soporte vital que la mantenía viva. La pequeña Andrea ha pasado en toda su existencia por un «montón de sufrimientos», se acostumbró a convivir con el dolor, pero todo se complicó cuando ingresó con trombopenia, con las plaquetas muy bajas, «entre la vida y la muerte». Un portavoz del centro hospitalario ha explicado, no obstante, que en todo momento se actuado "con respeto a la legalidad y siguiendo los principios de la ética”. El Departamento de Salud del Gobierno gallego ha asegurado que los médicos se comprometerían a la "limitación del esfuerzo terapéutico. Después de una larga lucha de Antonio y Estela, los pediatras del Hospital Universitario de Santiago de Compostela decidieron corregir su criterio y este lunes resolvieron retirar la sonda de alimentación a Andrea, es decir, el soporte vital que la mantenía con vida, dada la petición de sus padres de darle una muerte digna por la enfermedad degenerativa e irreversible que padecía. Tras cuatro días sin dolor la menor ha fallecido rodeadas de los suyos sus progenitores han logrado vía judicial, que no se prolongue su vida de forma artificial: se ha ido en paz y con tranquilidad sin sufrir.

Sedación:
Es la disminución deliberada de la consciencia del enfermo mediante
fármacos indicados y con las dosis proporcionadas con el objetivo de
evitar un sufrimiento insostenible causado por uno o más síntomas
refractarios.

Eutanasia:
Es la provocación intencionada de la muerte de un enfermo a petición
de éste por una enfermedad terminal y dentro de un contexto médico.

Suicidio asistido:
Es la ayuda médica para la realización de un suicidio, ante la solicitud
de un enfermo, proporcionándole fármacos que el mismo paciente se
aplica

Si yo fuese Andrea, preferiría una muerte digna para aliviar un sufrimiento intenso y constante de mi persona y la de mi familia.

Y si estuviera en el caso de la madre de Andrea haría lo mismo que ella; aunque sea duro saber que no voy a volver a ver más a mi hija: me dolería muchísimo, claro, pero prefiero pasar el sufrimiento de su muerte, antes que ver a mi hija sufriendo inútilmente.

(Nota. La información sobre este artículo ha sido recopilada y contrastada en EL PAÍS, EL MUNDO, y 20 MINUTOS)